Innovar o Perecer:

El Dilema de los que Sobreviven

La innovación se vende como la panacea del éxito empresarial. Pero, ¿y si la realidad fuera más compleja? Empresas que fueron pioneras han desaparecido sin dejar rastro, mientras otras, sin inventar nada nuevo, siguen dominando el mercado. Innovar no es garantía de éxito, y resistirse al cambio no siempre es una sentencia de muerte. Entonces, ¿cuál es la clave?


Algunos dirán que la disrupción es el único camino. Porter advertía sobre la necesidad de diferenciarse para evitar la guerra de precios, Senge hablaba del aprendizaje organizacional como motor del cambio y Meadows nos recordaba que el sistema siempre se resiste antes de transformarse. La pregunta no es si hay que innovar, sino cómo, cuándo y para qué.


Kodak inventó la cámara digital, pero la ignoró. Nokia lideró la telefonía móvil, pero subestimó los smartphones. Blockbuster se rió de Netflix. ¿Fallaron por falta de innovación o por una mala lectura del cambio? A veces, la arrogancia mata más rápido que la obsolescencia.


En Latinoamérica, hay lecciones similares. Alpina, la gigante colombiana de lácteos, casi pierde terreno frente a los yogures bebibles cuando Jumex y Bonafont supieron leer mejor la tendencia en México. Bimbo, en cambio, no solo supo adaptarse, sino que ha conquistado mercados globales manteniendo su esencia. Kodak no supo ver el futuro, pero Totto sí: cuando la industria textil colombiana sufría por importaciones chinas, Totto transformó su modelo y convirtió sus mochilas en un producto de alto valor agregado, exportándolas a más de 50 países.


Por otro lado, hay empresas que apostaron por la innovación sin un rumbo claro y fracasaron. Yapay, el intento de MercadoLibre de crear su propio procesador de pagos, fue un fracaso que no despegó en Brasil. Juan Valdez intentó competir con Starbucks en mercados como España, pero subestimó los costos y la cultura de consumo local.


El verdadero desafío no es innovar por innovar. Es entender qué cambios son estratégicos y cuáles son trampas disfrazadas de oportunidades. Algunas empresas mueren por no cambiar; otras, por cambiar demasiado rápido.


La pregunta es incómoda pero necesaria: ¿tu empresa realmente necesita innovar, o solo necesita adaptarse con inteligencia? Responderla requiere más que una obsesión por la disrupción: exige visión, método y un entendimiento claro del entorno.


Continuemos con el artículo de enfoque, donde abordaremos cómo diferenciar la innovación útil del espejismo del cambio. ¿Cuándo innovar? ¿Cuándo esperar? ¿Cuándo pivotar? Explorémoslo juntos.

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