EDICIÓN No. 100
Esa tarde, Ernesto no pudo respirar.
Frente a él, en una sala de juntas prestada, estaban los tres principales inversionistas de CaobaTech, su startup de soluciones logísticas para mercados emergentes.
La noticia era brutal: el financiamiento prometido no llegaría. No por ahora. Tal vez nunca.
CaobaTech llevaba seis meses sobreviviendo apenas. Sin un modelo probado, sin clientes que pagaran a tiempo, sin garantías reales. La inflación desbordada y la incertidumbre política en su país —un rincón de Latinoamérica— hacían que todo se tambaleara.
La estrategia original era sólida, según los consultores: penetrar grandes corporaciones con un software sofisticado y caro. Pero la realidad golpeaba diferente: las grandes empresas no pagaban a tiempo... y las pequeñas sí querían el servicio, pero no podían pagar su precio.
Esa tarde, mientras el equipo lloraba en silencio y el aire sabía a desesperación, Ernesto hizo algo inesperado: desmanteló el plan original en diez minutos.
"¿Qué tenemos hoy?", preguntó.
Silencio.
Luego, tímidamente:
—Tenemos un algoritmo logístico que sí funciona.
—Y tenemos cinco clientes pequeños que lo quieren, aunque sea a menor escala.
—Y tenemos hambre —dijo uno, medio en broma.
Ernesto sonrió. Eso bastaba.
Sin esperar aprobación, ajustaron todo: se enfocaron en pymes desesperadas por eficiencia, reconfiguraron su software como servicio (SaaS) de bajo costo, eliminaron funcionalidades innecesarias, y comenzaron a cobrar mensualidades mínimas pero constantes.
En 90 días, CaobaTech era otra empresa.
Más pequeña, sí.
Más ágil, también.
Y lo más importante: viva.
¿Qué lecciones aprendidas podríamos retomar?
- Olvida tu plan si la realidad no lo reconoce. La estrategia no es un dogma, es un diálogo constante con el mercado.
- Parte de lo que tienes, no de lo que soñabas tener. El recurso disponible, no el recurso ideal, es tu verdadero punto de partida.
- Actúa rápido. Reflexiona después. No ganarás nada esperando el momento perfecto que nunca llega.
En el próximo y último artículo, revelaremos cómo estructurar un Método Ágil de Toma de Decisiones.
Un marco brutalmente práctico para convertir incertidumbre en acción inteligente, día tras día.
¿Listo para dejar de improvisar mal y empezar a navegar la incertidumbre como un maestro?