Dicen que hay que “pensarlo bien”. ¿Pero qué es pensar bien cuando el tiempo te muerde los talones? o cuando la información no alcanza, o cuando tu peor enemigo se sienta dentro de ti y se llama duda.
Aquí no vamos a hablar de matrices DAFO ni de análisis multicriterio.
Eso es para después, cuando ya estás muerto.
Hoy hablamos de decidir vivo, en movimiento, con los latidos en el cuello.
Este método no tiene certificaciones ni logo. Tiene cicatrices.
Se llama OSCURA, porque no promete claridad, solo acción lúcida en medio del caos.
O – Obsesiona con el “para qué”
Antes de buscar datos, recuerda la causa. ¿Para qué haces esto? ¿Qué quema te mueve? Sin un “para qué” ardiente, cualquier riesgo parece insensato. Con él, todo error es aprendizaje.
S – Siente el miedo… y no lo negocies
No lo racionalices. No lo maquilles. Solo reconócelo y llévalo contigo. El miedo no se elimina: se carga como mochila. Si no lo aceptas, te sabotea desde las sombras.
C – Corta el ruido
Tus amigos con buenas intenciones. Tu formación que te exige perfección. Las tendencias del mercado. Silencia todo lo que no sea esencial. La complejidad es muchas veces ruido con corbata.
U – Usa la asimetría
¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Y lo mejor? Si perder es barato pero ganar lo cambia todo, estás frente a una decisión antifrágil. Ahí se juega la innovación. (Gracias Taleb).
R – Responde rápido, pero no a lo tonto
No se trata de impulsividad, sino de reacción informada. La lentitud no siempre es profundidad. A veces, es temor disfrazado. Decide con lo que tienes. Mejora en el camino.
A – Ajusta en caliente
Todo plan muere al primer contacto con la realidad. Ajusta con brutal honestidad. Observa. Itera. Recalibra. Pero no te detengas. La decisión correcta rara vez aparece al inicio, sino en el trayecto.
OSCURA no es elegante.
No luce bien en una presentación de PowerPoint.
Pero te permite avanzar cuando otros siguen discutiendo.
Es para los que entienden que el riesgo no se elimina, se navega.
Para los que saben que decidir bajo incertidumbre no es un arte ni una ciencia,
sino una forma de carácter.
Tú decides si vives como los que nunca se atreven a decidir, o el que espera la aprobación de su miedo,
o como Oscura, la que se lanza con los ojos bien abiertos a pesar de la niebla.
No hay garantías. Solo camino.
Nos vemos en el próximo fuego.